Cuenta la leyenda que mientras dormias, se encendieron luces de muchos colores
Tu cuna de trapo y color aceituna, tu osito amarillo y el gigante enano.
Llegó un señor sabio, decían los aldeanos, porque con la brisa y el agua del jarro,
Llenó de sorpresas la vieja vasija. y el ave del árbol se acuno en la rama,
Feliz del encuentro con la suave brisa que al niño escondido, le robo una sonrisa.
Vayan adelante, jueguen con la fuente, tomen los candados y echenlos al aire,
Que la vieja rama te abraza de prisa, cuando partes raudo al jardín lejano, donde
la señora de bellas pantuflas, te dirá que al fin, al fin has llegado.
A tu casa vieja, donde los recuerdos, afloran vencidos por la vieja endija, de tu ayer lejano
Que mirando lejos te vio muy de prisa, caminando cerca del bosque encantado.
Te veo feliz, con este re encuentro, con tu antigua cama, tu sillon floreado, y por la ventana
Viendo muy lejano, haz llegado al árbol, y la noble rama, ya muy cansada, se alegra a tu paso y tu, no la has mirado.
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